miércoles, 26 de septiembre de 2012


POR QUÉ LOS PERUANOS NO NECESITAMOS DE LA PRENSA

PARTE II

LA TELEVISIÓN PERUANA

Siguiendo con mi diálogo anterior, he tratado de ser un poco cauto en ser directo para no entrar en lo mismo y de esa manera no caer empalagoso, quiero agradecer de manera infinita a todos esos amigos, amigas, a la gente que no conozco y que han tenido la oportunidad y paciencia de leer mi primer diálogo y del mismo modo, me han felicitado. Muchas gracias a todos.

Para seguir con lo ofrecido, debemos de recordar el punto en que me quedé y fue justamente en la televisión peruana, esa televisión que nos deja como un país lleno de mediocres y oportunistas mediáticos, de insensibilidad por nuestra juventud y cultura, llenando los horarios de lo mismo hasta colmar al televidente con un repugnable hartazgo.

A diario, los peruanos al levantarnos para empezar un nuevo día e ir a trabajar, lo primero que hacemos es prender la televisión y lo primero que escuchamos es la noticia de un asalto, asesinato, violación o que tal o cual artista farandulero se hizo  quizá la pichi en la calle; tal vez, que la modelo fulana de tal se chapó con el pata del programa donde juegan huevadas y media de las cuales nadie –absolutamente nadie- aprende nada; es más, dan vergüenza ajena cuando les hacen preguntas de historia, geografía o literatura y responden con cada estupidez que realmente da ganas de meterse al televisor y sacarles su mismísima mierda, lamentablemente eso no se puede, porque estoy seguro que hay muchísima gente que desea hacer lo mismo; pero ellos o tienen la culpa, sino los dueños y productores de esos disparates de programas que lo único que hacen, es dejar a esos descerebrados concursantes monigotear –si se puede decir así- teniendo a nuestra juventud enchufada de tanto sarcasmo innecesario, solamente para obtener su preciado rating.

Pero debo empezar desde el principio, desde los noticieros matutinos, hasta los programas nocturnos. Como les decía, al levantarnos y encender el televisor escuchamos y vemos tragedia y media; lamentablemente las cosas son así, recuerdo que eso sólo se veía en uno que otro canal de cable cuando daban las noticias de la mafia mexicana de Sinaloa, las bombas en las estaciones de tren en Europa por parte del ETA, los ataques y secuestros de las FARC contra políticos, periodistas y militares o a los musulmanes, tratando de decirle al mundo su Fundamentalismo con bombas en sedes de gobiernos occidentales; pues lamentablemente, ahora todo eso ocurre en nuestro país y saben por qué, porque la misma televisión peruana y en gran parte el gobierno, se ha encargado de vendarnos por años –desde los bicéfalos asesinos Fujimori-Montesinos- con un periodismo chicha y mal nacido para tenernos desinformados de nuestra realidad, tanto así, que ahora quieren tapar el sol con un dedo diciendo o tratando de decirle a la juventud que el MOVADEF es lo mismo que los terroristas de Sendero Luminoso, el inefable grupo armado que manchó de sangre y sumió a nuestro país en lo más profundo del dolor, el olvido a los campesinos, desaliento, atraso económico con un costo irreparable de víctimas y gastos materiales. Claro señores, nunca es tarde para enmendar las cosas, pero háganlo ya, déjense de estupideces y realmente hay que cambiar nuestra forma de informar, aquí en este punto debo decir que la Asociación Nacional de Anunciantes, el Colegio de Periodistas del Perú y el Gobierno Central, traten de regular la programación emitida por los canales de señal abierta, es la única manera de eliminar tanta desinformación.

Hace poco tuvimos ese chongo mediático de Susy Díaz por hablar “disque” sus verdades, verdades que realmente nos importa un carajo, eso es prensa sin objetividad, desde que salió en el programa El Valor de la Verdad, todos los programas y noticieros se han peleado por tenerla en sus pantallas, que lástima, realmente da pena al ver nuestro país tapiado con un tema que ni siquiera vale la pena comentar, eso no es patria, eso no es cultura ni tampoco enseña a nadie nada. Y sin embargo, hasta la han contratado en un programa del medio día, esos programas llenos de envidia, chismes, dimes y diretes o no se acuerdan la bronca del los cojudos de Peluchín y Sofía Franco, cuando se agarraron de boca con unos charlatanes españoles de uno de los programas más repudiados de la madre patria –lo escribo con minúsculas porque no se merece más- y todo por el puto rating. Además, ese Peluchín es tan maricón que si no se mete con una mujer, no es él.

Escarbando más los programas matutinos, meridianos y nocturnos, los únicos que se podría decir que salvan en toda la semana son: DR TV, porque es un programa muy didáctico y aconseja a ser precavidos en la salud; Yo Soy, un buen programa aunque los tres jurados lamentablemente no se ajusten a la altura de los concursantes, pues la biodiversidad de estilos y géneros que se presenta llena de cultura musical a los televidentes; Perú tiene Talento, programa nuevo en nuestro país y que ya se ha visto en otras naciones, rescata por lo menos a aquellos que nunca hubieran tenido la oportunidad siquiera que un productor farandulero, con escaso conocimiento plástico los tomara en cuenta; Al Estilo de Juliana, es un programa de RPP por cable que vale la pena verlo por su pureza y sinceridad al hacer las entrevistas maduramente jocosas, sin tratar de hacer chisme o hacer –como dice para su beneplácito egocentrismo Beto Ortiz: Los titulares de mañana, mañana en la mañana de hoy, jajaja… pobre tonto, siempre quiso ser el señor de la televisión, ojalá estuviera Jaime Bayly acá- La Función de la Palabra, que está más decirlo -conducido por Marco Aurelio Denegri-, excepcional para los que amamos la literatura y por supuesto la programación de TV Perú y La Hora Discovery, lo demás es pura basura.

Es una pena, que aún diciendo o aduciendo Beto Ortiz que no hagan un “circo”  con el crimen de Ruth Thalía Sayas a manos del innombrable de su ex enamorado, su mismo canal, o sea Frecuencia Latina, sigue llenando toda su programación absurdamente con lo mismo, simplemente porque eso da rating, ¿Acaso piensa el señor Ortiz que por haber pedido disculpas públicas a la familia de Ruth Thalía, tiene la facultad de seguir haciendo su show de esto al punto de volverlo un escarnio? Que no se pase pues, ya le dio el primer lugar ante la veterana de Gisela, porque no se dedica a hacer otra cosa, todo es lo mismo, joder…!!!

Después tenemos a los programas donde realmente es una jauría, hay de todo para todos, sapos, reinas, mañanas inciertas llenas de tontería y media donde según los broadcasting piensan que pueden poner a bailarinas, hombres disfrazados de mujer, chismes, juegos estúpidos, hombres disfrazados de niños con juegos para adultos, homosexuales discutiendo temas de reinas porque simplemente una de ellas no comparte que todo se mezcle y lo digo, porque yo soy uno de esas personas que no permiten que los niñas y niñas tengan un mal ejemplo, no por ello quiero decir que soy homofóbico, -eso se lo dejo a Phillip Butters aunque le doy la razón en muchas cosas- y una de ellas es que, en el supuesto caso que yo sea una persona nudista, eso no quiere decir que tengo que pasearme por el parque o por las calles desnudo, no señores, el pudor y la honra e los demás se respeta, hay un orden y las cosas se manejan de esa manera, con orden; nadie le impide a un homosexual dar su opinión, enamorarse, ser  parte de la sociedad o expresarse de algún u otro modo, pero en lo que no tienen derecho ellos ni nadie, es ultrajar el pensamiento de nuestra niñez y juventud. Y  sencillamente porque ellos –nuestra juventud a esa edad- aún no toman conciencia de lo que son, como personas dignas y la dignidad por derecho, es de cada una o uno. Así que me parece algo indigno -una violación de pensamiento y aprendizaje social-, que señores homosexuales, travestis o payasos, salgan en horario de niños vestidos como mujeres, eso no es libertad de expresión ni condición, porque están afectando la forma de ver al mundo a los más débiles de nuestra sociedad que son nuestros niños y juventud. El que esté libre de culpa que tire la primera piedra. Y todo esto lo permite la mayoría, esa mayoría que le da el rating o primer lugar a esos programas que no sirven ni como chatarra televisiva.

Por la tarde, lúgubremente tenemos más de lo mismo, sólo que esta vez estos programas están direccionados directamente a nuestra juventud, pues desde que salió Combate, le han seguido otros programas similares como Esto es Guerra y el que felizmente y para nuestra buena gracia dejó de existir, como es el programa del acabado y derrocado Raúl Romero y como dije en mi diálogo anterior, por el mismo camino está Gisela, otra vieja más que se cree una diva a lo Susana Giménez, no pues, no me jodan, no le llega ni a los talones.

Resulta que en éstos programas, aparte de las estupideces que hacen hacer  a los concursantes –que son los mismos todas las semanas-, en competencias ridículas y mal copiadas, cuentan que hay supuestos romances, pleitos, sacadas de cachos y que otra barbaridad más se les venga a la mente morbosa de los productores inventar, todo para mantener dopados de morbo a los jóvenes televidentes, como en la Casa de los Secretos, qué mierda nos interesa saber lo que hacen dentro de una casa más de un centenar de desconocidos que lo único que ocasionará -y lo aseguro-, es que va a salir media docena de peliculeros de nuestra empobrecida y mediática farándula como espuma, para que después los contraten y la televisión peruana siga en lo mismo. Y por último tenemos a los programas de medianoche que la verdad, no vale la pena seguir gastando mi tiempo en ellos, porque es hablar de lo mismo y la redundancia no va conmigo.

A los señores dueños de esos canales les diría lo siguiente: dedíquense mejorar nuestra televisión, haciendo programas culturales, donde la juventud aprenda y se sienta orgullosa de su tierra, tal vez se sientan hasta orgullosos algún día de tener una prensa y una televisión donde aprendieron a ser personas dignas, de carácter, sin pensamientos flojos ni mezquindades, a saber respetarse unos a otros y su sexualidad, a dejar de lado la mediocridad, a tener conciencia de lo que es bueno y lo que es malo, porque al final de cuentas, todo esto se convierte en una apología al odio, al mal y a la insania.

CARLO MAGNO TORRES LORA.

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