martes, 25 de septiembre de 2012


POR QUÉ LOS PERUANOS NO NECESITAMOS DE LA PRENSA

 

Realmente no sé por dónde comenzar este diálogo, tal vez, contándoles que soy periodista de profesión. No de esos que inventó el corrupto Alberto Fujimori, al decir que periodista es aquel que escribe en un diario, revista o cualquier panfleto escrito; el que tiene un micrófono al frente y habla sin parar insultando a quien se le venga a la mente; por último, al improvisado que se le ocurrió hacer un programa para la televisión llenando los espacios de cualquier porquería, menos cultura.

Hay quienes dicen que para sacar a delante un país como el nuestro, que está apenas dando sus primeros pasos en la economía moderna, dándose la mano con verdaderas naciones del primer mundo con el TLC y uno que otro convenio, haciendo nueva historia con nuestros compatriotas que hacen Perú desde el extranjero; después de haber dejado a sus familiares, padres, madres, hijos, amigos de toda la vida y lo peor aún, su cultura. Esa cultura llena de sabiduría, arte, esplendor arquitectónico e ingenioso pasado de los primeros peruanos subyugados por trece infames españoles, que hasta ahora han dejado una brecha de dolor y odio en lo más profundo de mi país; prácticamente eso es lo que se siente cuando se visita al Perú profundo, no a ese Perú de la publicidad con danzas y festejos intrigados de esperanza y bonanza que lo único que hace, es engañarnos cada vez más. El Perú del que les estoy hablando, es ese Perú que por única vez lo vemos sólo en las campañas políticas y luego al terminar se disfraza de comedores populares, vaso de leche, wawa wasis, etc. Un pequeño ejemplo: sabemos que todos los años hay friaje en el sur de nuestro país, está demás decirlo. ¿Y?... ¿qué hacemos o qué hace el gobierno o los políticos para evitar con anticipación la muerte innecesaria de niños? Solamente esperamos que mueran los primeros quince para recién actuar y para colmo, la ayuda llega cuando ya han fallecido el doble o el triple. Y aquí es donde empieza mi diatriba contra esa prensa que cada día me da más asco.

Vamos a comenzar por la “prensa escrita” –que está demás decirlo porque eso simplemente es prensa-. Al comprar un periódico o diario, como quieran llamarlo,  o simplemente al pararnos frente a un kiosco, lo primero que vemos en las portadas son asaltos, violaciones, matanzas, bullying y todo crimen que se puedan imaginar lo tenemos allí, frente a nuestras narices y a las de cuanto adolescente más que sencillamente observa los titulares. Por ejemplo, Perú21, me indigna ver que un diario “supuestamente serio” ponga de portada por más de una semana al Gringasho y su Gringasha, díganme realmente: ¿Qué miércoles nos importa ese asesino y su prostituta mujer?

¿Acaso es un gran ejemplo a seguir que fracasó de la noche a la mañana para ocuparnos si lo trasladan o no a qué reformatorio o cárcel para menores? Eso es problema de la Policía y los jueces corruptos, no seamos ilusos, eso dejémoslo para países que apenas saben que existe la televisión, sin menospreciar a ni uno; igualmente, ¿qué miércoles me interesa si la modelo Tilsa Lozano se acuesta o tiene un romance clandestino con el Loco Vargas? -ese huevón debe pensar más bien en hacer goles y darle alegría a los hinchas que aún siguen esperanzados- o ¿si Susy Díaz pagó realmente la deuda con el estado? No pues, no me jodan, los peruanos queremos estar bien informados, no hagan de la prensa un chongo mediático solo para vender y no me refiero únicamente a Perú21, sino a todos los diarios de nuestra patria, porque además de noticias malas, los que se creen moralistas o conservadores también hacen lo mismo, aunque a su estilo, pero lo hacen y el gran ejemplo es el centenario El Comercio.

Por qué no escriben sobre el flujo económico en las regiones, cuál es el producto que más se exporta y a dónde; enseñar al ciudadano de a pie cómo empezar un negocio; de las mujeres y hombres que hacen patria con sus ideas rentables para ellos; hacerle saber al estado lo que realmente hace falta en los hospitales, -el hecho de sacar un par de días que faltan camillas no basta-; hacerle saber al estado que sí se puede hacer país aunque nos agobie con los impuestos, -los mismos que no permiten al peruano surgir a corto plazo-; hacerle saber al pueblo las bondades de cada ciudad, los méritos de los que aunque muy  pocos se atrevieron a regresar del extranjero porque ahora sienten la seguridad de vivir en el Perú. ¿Dónde están los principios éticos del periodista de informar con veracidad? Esa deontología profesional que nos enseñaron en las aulas universitarias para hacer de nuestra carrera la más noble de las profesiones, las huevas, ahora todos quieren ser Magaly Medina, que lástima.

De una cosa sí estoy bien seguro, todo esto empezó con el Fujimontesinismo y no miento, recuerdan esos infames diarios llamados: El Chino, La Chuchi, Ajá, El Mañanero, etc. No fueron más que las primeras cortinas de humo que hicieron estos dos repudiables siameses de la mafia del estado; estos innombrables diarios, solamente sirvieron para vendar a los peruanos de bajos recursos de la verdadera maquinación malévola que hacían los dos, haciendo de la gran mayoría de peruanos ignorantes de nuestra verdadera realidad, secuela que hasta ahora padecen muchos de nuestros compatriotas, sumidos en una falsedad que lleva como nombres Vaso de Leche, Cofopri, etc. Por el gran cambio.

Con la radio pasa lo mismo, si bien es cierto que hay buenas emisoras; sin ser pesimistas, también tenemos malas emisoras, donde a parte de escuchar una voz chillona gritando y vociferando lo que se le viene en mente ininteligiblemente  porque su voz no es modulada, no nos termina de calmar esa sed de querer estar bien informados, porque se ocupan de criticar o hablar de la gente a las que le tienen algún rencor o envidia personal por decirlo así; joden a los políticos que no les compran publicidad en sus espacios de emisión, al menos en casi todas las provincias de nuestro país ocurre lo mismo a excepción, de algunas que son buena onda y contadas con los dedos de la mano y lógicamente las de nuestra capital, aunque muchas de ellas se dedican a pasar reggaetones hasta el hartazgo, en vez de apoyar a los músicos peruanos, un claro ejemplo es nuestro pelado Gianmarco, si no hubiera salido al extranjero no hubiera sido reconocido su trabajo como compositor y cantante. Estuviera en estos momentos como Raúl Romero, “cagao”, sin grupo y sin programa porque el feo aún no se da cuenta que ya está viejo, o sea, ya fuiste… Ah!... Gisela, salta antes que muera el perro, porque tú también estás por el mismo camino. Por favor, la TV es para los chibolos, las nuevas caras, ustedes ya están arrugados o no se han dado cuenta,  cojudos.

De todos modos vemos que la mala fe y praxis de nuestra vapuleada profesión, es como una arteria colmada de colesterol, triglicéridos e infectada que no permite por lo menos a los jóvenes egresados de Ciencias de la Comunicación de las universidades públicas y privadas, darles la oportunidad de empezar a trabajar con el verdadero encomio y ganas de los jóvenes que recién salen de las aulas a la dura calle, a hacer lo que les enseñaron hacer, informar con la verdad, buen fundamento y credibilidad para los ciudadanos. Lamentablemente, eso se está perdiendo lentamente, ahora los muchachos solo quieren fotografiar, filmar o cargar los equipos, son muy pocos los egresados que tienen una buena redacción o espontaneidad para hablar frente a cámaras o a un micrófono y eso se debe, simplemente a la falta de lectura literaria, ojo, no estoy hablando de leer una revista o un periódico, sino a leer obras literarias para obtener un buen flujo verbal y hacer una buena redacción, con buena sintaxis, un buen manejo de la ortografía –que lamentablemente el chat y los mensajes de texto se están encargando de disipar-, y obviamente con un lenguaje acorde con las reglas de redacción.

Para finalizar, veamos que nos tiene ese gran circo chonguístico hecho un prostíbulo institucional por ser el más popular, la Televisión. Lamentablemente, hace honor a su nombre dentro de la mass media como la “caja boba” y es que en verdad, sólo sirve para tenernos embobados con los mismo de siempre, las mismas noticias de robos, secuestros, asesinatos y chismes faranduleros que lamentablemente, es una adicción en el común denominador del peruano. Hace tiempo, leí un artículo en Perú21 donde Beto Ortiz declaraba cuando salió de Panamericana Televisión y se incorporó a Frecuencia Latina, dijo algo así: “Me salí de Panamericana porque querían que fomente bronca entre mis entrevistados, querían que lea las mismas noticias del día anterior, que al mismo tiempo son las mismas que pasan por las tardes, en el noticiero estelar y en el programa Enemigos Públicos; además lo que quiero es hacer algo diferente que no sea lo repetitivo de todos los días”, cosa que no fue de su agrado y decidió irse a Frecuencia Latina. Si bien es cierto, este señor Ortiz es bueno entrevistando, “claro”, como él siempre dice; lo malo, es que antes de aparecer él en Abre los Ojos, estas dos chicas que inician el programa, hacen lo que todos hacen, dar las mismas noticias del día anterior y que las van a volver a pasar al mediodía y por la tarde y por la noche hasta darles un pequeño mordisco en La Noche es Mía del antipático de Carlos Carlín, en A Las Once con la burra bella de Jessica Tapia y también en Enemigos Públicos, de los jetones chino Yamashiro y Mónica Cabrejos que no hacen otra cosa que pasar lo mismo. ¡Carajo! a esa hora, supuestamente antes de descansar para el trajín del venidero día, creo yo, que todos los peruanos queremos ver distracción sana, algo así como Otro Rollo de Adal Ramones –que supuestamente el tarado y antipático de Carlos Carlín lo iba a hacer-, lamentablemente seguimos viendo y escuchando pura cochinada, por eso y muchas cosas más -como dice la canción-, hace mucho tiempo dejé de ver TV peruana, felizmente existe el cable, porque tal vez, hace rato al hacer un comentario, dijera estúpidamente: “Y nada”, como lo escucho decir hace tiempo a mucha gente ¿o me equivoco?

Espero amigos y amigas, no haberlos aburrido con mi diálogo, tampoco que hayan aprendido algo de todo esto, porque no he querido ser didáctico, simplemente comentarles lo que pienso de cómo se está manejando el periodismo en nuestro eterno país de majestuoso pasado y que orgullosamente debemos de ser los mejores del mundo y para lograrlo, pienso que los peruanos no necesitamos de la prensa, de éste tipo de prensa, muchas gracias, besos para todos…!!!

CARLO MAGNO TORRES LORA.

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