POR
QUÉ LOS PERUANOS NO NECESITAMOS DE LA PRENSA
Realmente no sé por dónde comenzar este diálogo, tal vez,
contándoles que soy periodista de profesión. No de esos que inventó el corrupto
Alberto Fujimori, al decir que periodista es aquel que escribe en un diario,
revista o cualquier panfleto escrito; el que tiene un micrófono al frente y
habla sin parar insultando a quien se le venga a la mente; por último, al
improvisado que se le ocurrió hacer un programa para la televisión llenando los
espacios de cualquier porquería, menos cultura.
Hay quienes dicen que para sacar a delante un país como
el nuestro, que está apenas dando sus primeros pasos en la economía moderna,
dándose la mano con verdaderas naciones del primer mundo con el TLC y uno que
otro convenio, haciendo nueva historia con nuestros compatriotas que hacen Perú
desde el extranjero; después de haber dejado a sus familiares, padres, madres,
hijos, amigos de toda la vida y lo peor aún, su cultura. Esa cultura llena de
sabiduría, arte, esplendor arquitectónico e ingenioso pasado de los primeros
peruanos subyugados por trece infames españoles, que hasta ahora han dejado una
brecha de dolor y odio en lo más profundo de mi país; prácticamente eso es lo
que se siente cuando se visita al Perú profundo, no a ese Perú de la publicidad
con danzas y festejos intrigados de esperanza y bonanza que lo único que hace,
es engañarnos cada vez más. El Perú del que les estoy hablando, es ese Perú que
por única vez lo vemos sólo en las campañas políticas y luego al terminar se
disfraza de comedores populares, vaso de leche, wawa wasis, etc. Un pequeño
ejemplo: sabemos que todos los años hay friaje en el sur de nuestro país, está
demás decirlo. ¿Y?... ¿qué hacemos o qué hace el gobierno o los políticos para
evitar con anticipación la muerte innecesaria de niños? Solamente esperamos que
mueran los primeros quince para recién actuar y para colmo, la ayuda llega
cuando ya han fallecido el doble o el triple. Y aquí es donde empieza mi
diatriba contra esa prensa que cada día me da más asco.
Vamos a comenzar por la “prensa escrita” –que está demás decirlo porque eso
simplemente es prensa-. Al comprar un periódico o diario, como quieran
llamarlo, o simplemente al pararnos
frente a un kiosco, lo primero que vemos en las portadas son asaltos,
violaciones, matanzas, bullying y todo crimen que se puedan imaginar lo tenemos
allí, frente a nuestras narices y a las de cuanto adolescente más que
sencillamente observa los titulares. Por ejemplo, Perú21, me indigna ver que un
diario “supuestamente serio” ponga de portada por más de una semana al
Gringasho y su Gringasha, díganme realmente: ¿Qué miércoles nos importa ese
asesino y su prostituta mujer?
¿Acaso es un gran ejemplo a seguir que fracasó de la
noche a la mañana para ocuparnos si lo trasladan o no a qué reformatorio o
cárcel para menores? Eso es problema de la Policía y los jueces corruptos, no
seamos ilusos, eso dejémoslo para países que apenas saben que existe la
televisión, sin menospreciar a ni uno; igualmente, ¿qué miércoles me interesa
si la modelo Tilsa Lozano se acuesta o tiene un romance clandestino con el Loco
Vargas? -ese huevón debe pensar más bien
en hacer goles y darle alegría a los hinchas que aún siguen esperanzados- o
¿si Susy Díaz pagó realmente la deuda con el estado? No pues, no me jodan, los
peruanos queremos estar bien informados, no hagan de la prensa un chongo
mediático solo para vender y no me refiero únicamente a Perú21, sino a todos
los diarios de nuestra patria, porque además de noticias malas, los que se
creen moralistas o conservadores también hacen lo mismo, aunque a su estilo,
pero lo hacen y el gran ejemplo es el centenario El Comercio.
Por qué no escriben sobre el flujo económico en las
regiones, cuál es el producto que más se exporta y a dónde; enseñar al
ciudadano de a pie cómo empezar un negocio; de las mujeres y hombres que hacen
patria con sus ideas rentables para ellos; hacerle saber al estado lo que
realmente hace falta en los hospitales, -el
hecho de sacar un par de días que faltan camillas no basta-; hacerle saber
al estado que sí se puede hacer país aunque nos agobie con los impuestos, -los mismos que no permiten al peruano
surgir a corto plazo-; hacerle saber al pueblo las bondades de cada ciudad,
los méritos de los que aunque muy pocos
se atrevieron a regresar del extranjero porque ahora sienten la seguridad de
vivir en el Perú. ¿Dónde están los principios éticos del periodista de informar
con veracidad? Esa deontología profesional que nos enseñaron en las aulas
universitarias para hacer de nuestra carrera la más noble de las profesiones, las huevas, ahora todos quieren ser
Magaly Medina, que lástima.
De una cosa sí estoy bien seguro, todo esto empezó con el
Fujimontesinismo y no miento, recuerdan esos infames diarios llamados: El
Chino, La Chuchi, Ajá, El Mañanero, etc. No fueron más que las primeras
cortinas de humo que hicieron estos dos repudiables siameses de la mafia del
estado; estos innombrables diarios, solamente sirvieron para vendar a los
peruanos de bajos recursos de la verdadera maquinación malévola que hacían los
dos, haciendo de la gran mayoría de peruanos ignorantes de nuestra verdadera
realidad, secuela que hasta ahora padecen muchos de nuestros compatriotas,
sumidos en una falsedad que lleva como nombres Vaso de Leche, Cofopri, etc. Por el gran cambio.
Con la radio pasa lo mismo, si bien es cierto que hay buenas
emisoras; sin ser pesimistas, también tenemos malas emisoras, donde a parte de
escuchar una voz chillona gritando y vociferando lo que se le viene en mente ininteligiblemente porque su voz no es modulada, no nos termina
de calmar esa sed de querer estar bien informados, porque se ocupan de criticar
o hablar de la gente a las que le tienen algún rencor o envidia personal por
decirlo así; joden a los políticos que no les compran publicidad en sus
espacios de emisión, al menos en casi todas las provincias de nuestro país
ocurre lo mismo a excepción, de algunas que son buena onda y contadas con los
dedos de la mano y lógicamente las de nuestra capital, aunque muchas de ellas
se dedican a pasar reggaetones hasta el hartazgo, en vez de apoyar a los
músicos peruanos, un claro ejemplo es nuestro pelado Gianmarco, si no hubiera salido al extranjero no hubiera
sido reconocido su trabajo como compositor y cantante. Estuviera en estos
momentos como Raúl Romero, “cagao”,
sin grupo y sin programa porque el feo aún no se da cuenta que ya está viejo, o
sea, ya fuiste… Ah!... Gisela, salta antes que muera el perro, porque tú
también estás por el mismo camino. Por favor, la TV es para los chibolos, las
nuevas caras, ustedes ya están arrugados o no se han dado cuenta, cojudos.
De todos modos vemos que la mala fe y praxis de nuestra
vapuleada profesión, es como una arteria colmada de colesterol, triglicéridos e
infectada que no permite por lo menos a los jóvenes egresados de Ciencias de la
Comunicación de las universidades públicas y privadas, darles la oportunidad de
empezar a trabajar con el verdadero encomio y ganas de los jóvenes que recién
salen de las aulas a la dura calle, a hacer lo que les enseñaron hacer,
informar con la verdad, buen fundamento y credibilidad para los ciudadanos. Lamentablemente,
eso se está perdiendo lentamente, ahora los muchachos solo quieren fotografiar,
filmar o cargar los equipos, son muy pocos los egresados que tienen una buena
redacción o espontaneidad para hablar frente a cámaras o a un micrófono y eso
se debe, simplemente a la falta de lectura literaria, ojo, no estoy hablando de
leer una revista o un periódico, sino a leer obras literarias para obtener un
buen flujo verbal y hacer una buena redacción, con buena sintaxis, un buen
manejo de la ortografía –que
lamentablemente el chat y los mensajes de texto se están encargando de disipar-,
y obviamente con un lenguaje acorde con las reglas de redacción.
Para finalizar, veamos que nos tiene ese gran circo chonguístico hecho un prostíbulo institucional
por ser el más popular, la Televisión. Lamentablemente, hace honor a su nombre
dentro de la mass media como la “caja
boba” y es que en verdad, sólo sirve para tenernos embobados con los mismo de
siempre, las mismas noticias de robos, secuestros, asesinatos y chismes
faranduleros que lamentablemente, es una adicción en el común denominador del
peruano. Hace tiempo, leí un artículo en Perú21 donde Beto Ortiz declaraba cuando
salió de Panamericana Televisión y se incorporó a Frecuencia Latina, dijo algo así: “Me salí de Panamericana
porque querían que fomente bronca entre mis entrevistados, querían que lea las
mismas noticias del día anterior, que al mismo tiempo son las mismas que pasan
por las tardes, en el noticiero estelar y en el programa Enemigos Públicos;
además lo que quiero es hacer algo diferente que no sea lo repetitivo de todos
los días”, cosa que no fue de su agrado y decidió irse a Frecuencia Latina. Si
bien es cierto, este señor Ortiz es bueno entrevistando, “claro”, como él siempre dice; lo malo, es que antes de aparecer él
en Abre los Ojos, estas dos chicas que inician el programa, hacen lo que todos
hacen, dar las mismas noticias del día anterior y que las van a volver a pasar
al mediodía y por la tarde y por la noche hasta darles un pequeño mordisco en
La Noche es Mía del antipático de Carlos Carlín, en A Las Once con la burra bella de Jessica Tapia y también
en Enemigos Públicos, de los jetones
chino Yamashiro y Mónica Cabrejos que no hacen otra cosa que pasar lo mismo.
¡Carajo! a esa hora, supuestamente antes de descansar para el trajín del
venidero día, creo yo, que todos los peruanos queremos ver distracción sana,
algo así como Otro Rollo de Adal Ramones –que
supuestamente el tarado y antipático de Carlos Carlín lo iba a hacer-, lamentablemente
seguimos viendo y escuchando pura cochinada, por eso y muchas cosas más -como dice la canción-, hace mucho
tiempo dejé de ver TV peruana, felizmente existe el cable, porque tal vez, hace
rato al hacer un comentario, dijera estúpidamente: “Y nada”, como lo escucho decir hace tiempo a mucha gente ¿o me
equivoco?
Espero amigos y amigas, no haberlos aburrido con mi
diálogo, tampoco que hayan aprendido algo de todo esto, porque no he querido ser
didáctico, simplemente comentarles lo que pienso de cómo se está manejando el
periodismo en nuestro eterno país de majestuoso pasado y que orgullosamente
debemos de ser los mejores del mundo y para lograrlo, pienso que los peruanos
no necesitamos de la prensa, de éste tipo
de prensa, muchas gracias, besos para todos…!!!
CARLO MAGNO TORRES LORA.
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